Hotelería de bienestar en Colombia: por qué Antioquia se está volviendo “territorio premium” para el real estate

Si antes un hotel “bueno” se medía por el hilo de las sábanas y el desayuno tipo buffet infinito, en 2026 la vara sube: el huésped quiere dormir mejor, comer mejor y volver a su vida con menos ruido mental… y ojalá con métricas que lo prueben. Eso es, en esencia, el giro que está moviendo la hotelería de alto valor en Colombia y que pone a Medellín y Antioquia en el radar inmobiliario: el auge del turismo de bienestar.

No es una moda pasajera. Es un cambio de demanda que ya está empujando decisiones de inversión, diseño, operación y posicionamiento de destinos. Y para el negocio inmobiliario (desarrolladores, fondos, family offices, constructoras, gerencias de proyectos y gestores de activos), esto abre una pregunta muy concreta: ¿cómo se captura valor cuando el “lujo” deja de ser ostentación y se convierte en salud preventiva, descanso y longevidad?

1) De nicho “bonito” a mercado gigante: bienestar como motor económico

El Global Wellness Institute (GWI) viene midiendo esto hace años y en su investigación más reciente muestra un dato que marca la cancha: la economía del bienestar llegó a US$6,8 billones en 2024 y se proyecta cerca de US$9,8 billones para 2029, con crecimiento anual acelerándose hacia 7,6%. Global Wellness Institute+1

En ese universo, el turismo de bienestar no es un “plus” simpático: es uno de los segmentos con tracción fuerte. GWI proyecta que wellness tourism crecerá alrededor de 9,1% anual hacia 2029 y será uno de los sectores “trillonarios” del bienestar en el mediano plazo. Global Wellness Institute+1

Y un matiz importante para no vender humo: cuando se habla de bienestar, GWI no se refiere a un estado pasivo tipo “me consentí en un spa”, sino a una búsqueda activa (hábitos, decisiones, estilos de vida) que impactan el bienestar integral. Global Wellness Institute

Traducción gerencial: si el consumidor está priorizando prevención, descanso, nutrición y manejo del estrés, la hospitalidad deja de ser solo alojamiento y pasa a ser infraestructura de hábitos. Eso es una oportunidad… y también un reto de diseño y operación.

2) Colombia y Antioquia: más visitantes, pero también otra intención de viaje

Colombia viene con viento a favor en turismo. En 2024 el país registró más de 6,7 millones de visitantes no residentes, cifra presentada como récord reciente. go.gale.com

Y Medellín tiene datos que, para el real estate, importan porque son “señales de demanda”:

• En 2024 (enero–agosto) Medellín reportó un incremento del 26% en turistas extranjeros, y el aeropuerto José María Córdova superó 1,19 millones de pasajeros internacionales en ese periodo (según información divulgada por la Alcaldía).
• Para enero–junio de 2025, el Sistema de Inteligencia Turística (SIT) registró 954.632 visitantes en Medellín; 546.437 fueron extranjeros, con un crecimiento reportado de 12,4% frente al mismo semestre del año anterior.

Traducción gerencial: no solo está creciendo el flujo. Está creciendo el espacio para productos hoteleros con mayor especialización y ticket promedio, siempre que entreguen una propuesta real (no promesas vagas).

3) ¿Qué cambia en la hotelería cuando el “nuevo lujo” es longevidad?

En términos de negocio inmobiliario, el turismo de bienestar empuja tres transformaciones que vale la pena mirar con lupa:

A. Del cuarto como “unidad” al hotel como plataforma

El hotel deja de ser únicamente un activo de ocupación nocturna y se vuelve un ecosistema: gastronomía funcional, entrenamiento, recuperación, experiencias de naturaleza, programación, membresías locales, alianzas con operadores de salud y bienestar (según el modelo de cada marca). Esto diversifica ingresos, pero sube la complejidad operativa.

B. Diseño orientado a descanso y rendimiento (no solo estética)

La propuesta exige decisiones de arquitectura e ingeniería que antes eran opcionales: manejo acústico, iluminación, ventilación, materiales, control térmico, experiencia sensorial, etc. Eso es CAPEX… pero también diferenciación.

C. Estancias híbridas: trabajar + descansar + cuidarse

El huésped corporativo y el nómada digital ya no separan vida y trabajo con bisturí: buscan lugares donde puedan operar sin fricción (conectividad, espacios de trabajo) y al mismo tiempo bajar revoluciones. Para el activo, esto puede significar mejor desempeño si se diseña y se opera bien.

4) Wake BioHotel como caso de estudio: cuando hospitalidad y real estate se mezclan

Medellín ya tiene un ejemplo que aterriza la tendencia: Wake BioHotel, impulsado por DRIM y Stay Group.

Lo que interesa desde la mirada inmobiliaria

• Inversión: Forbes Colombia reportó una inversión cercana a US$35 millones para el proyecto. Forbes Colombia
• Escala del ecosistema: se mencionan 109 habitaciones y 40 residencias/apartamentos bajo la misma marca/ecosistema, de acuerdo con entrevistas y reportes de medios. Diario La República+1
• Estrategia de portafolio: el grupo ha planteado un ecosistema de varias propiedades (Wake Living, Wake BioHotel y Wake Medellín) y una apuesta de operación ampliada en Medellín hacia 2026, según Forbes. Forbes Colombia
• Posicionamiento internacional: Wake BioHotel figura como miembro de Design Hotels™ (Marriott) y aparece listado en las plataformas oficiales de Marriott y Design Hotels. marriott.com+1
• Reconocimiento sectorial: en los GRI Awards Andean & Central America 2025, Wake BioHotel obtuvo 1er lugar en la categoría de Hospitalidad (según el reporte de resultados). El Colombiano

Un detalle que revela el giro del mercado: gastronomía como “pilar del producto”

La propuesta de bienestar no vive solo en spa o gimnasio: vive en alimentación, rituales y experiencia. En entrevista, el chef Jaime Rodríguez (Celele) mencionó su participación como socio en la parte gastronómica de un proyecto Wake en Medellín. Diario La República

Traducción gerencial: esto no es un hotel “con cositas de bienestar”; es un producto diseñado para que la experiencia completa —incluida la cocina— sea parte del diferencial.

5) Entonces… ¿dónde está el negocio para ConstruClub (vertical inmobiliaria)?

Si usted está del lado de inversión, desarrollo o gerencia de activos, el turismo de bienestar abre oportunidades claras, pero exige disciplina.

Oportunidades

1. Premiumización del destino y del activo
   Cuando una ciudad logra reputación como hub de experiencias (bienestar, naturaleza, cultura), el “top of mind” cambia y el activo bien posicionado captura demanda de mayor valor.
2. Productos mixtos: hotel + residencias de marca
   El modelo de residencias asociadas a marca (branded residences) conecta con compradores que quieren uso propio + renta + estatus, pero ahora con narrativa de vida saludable. (En Medellín ya se habla de componentes de residencias dentro del ecosistema Wake). Diario La República+1
3. Ingresos complementarios
   La hospitalidad orientada al bienestar suele empujar: membresías locales, programas, alimentos y bebidas, experiencias, retail curado. Eso puede mejorar la resiliencia del flujo… si la operación está a la altura.

Riesgos (los que sí tumban proyectos)

1. Prometer “resultados” sin respaldo
   El bienestar vende, pero el mercado castiga el exceso de marketing. Si se habla de salud preventiva, hay que cuidar el lenguaje, la evidencia y los límites del servicio (especialmente si se roza lo clínico).
2. Operación más compleja que la planilla
   No es solo construir bonito: es operar con estándares, aliados, talento, protocolos, servicio impecable y consistencia. Un hotel de bienestar mal operado se vuelve un “hotel caro con gimnasio”.
3. CAPEX mal priorizado
   Invertir en amenidades que no sostienen ocupación o no generan retorno es una forma elegante de quemar caja. Aquí el diseño debe responder a una estrategia, no a Pinterest.

6) Checklist gerencial: cómo evaluar un proyecto hotelero de bienestar en Antioquia

Para tomar decisiones con menos intuición y más control, esta lista ayuda:

Demanda y mercado

• ¿Qué segmentos comprobaremos que están llegando? (corporativos, alto rendimiento, turismo internacional, escapadas nacionales)
• ¿Qué estacionalidad real tiene la plaza y cómo se compensa?

Producto

• ¿Cuál es la promesa concreta? (sueño, desconexión, entrenamiento, naturaleza, cultura, alimentación)
• ¿Qué se mide y qué no se mide? (cuidado con vender “medicina” sin serlo)

Diseño y construcción

• ¿Qué decisiones de ingeniería soportan la promesa? (acústica, iluminación, ventilación, materiales, confort)
• ¿Qué es diferencial y qué es commodity?

Operación

• ¿Quién opera y con qué experiencia?
• ¿Qué alianzas son críticas? (gastronomía, bienestar, experiencias locales, tecnología)

Marca y distribución

• ¿Cómo se vende el activo? ¿Qué canales lo sostienen?
• ¿Tiene sentido integrarse a colecciones/marcas globales? (caso Design Hotels/Marriott en Wake). marriott.com+1

7) ¿Por qué Medellín y Antioquia tienen ventaja?

Con datos de crecimiento de visitantes, una ciudad con oferta gastronómica potente, ecosistema empresarial, y una narrativa de transformación urbana, Medellín puede empujar productos hoteleros más sofisticados que “solo alojamiento”. Y Antioquia, con su diversidad de naturaleza y rutas cercanas, tiene cómo convertir el bienestar en experiencias: caminatas, descanso, cultura, café, gastronomía, etc. (El reto es hacerlo con sostenibilidad real y sin saturar territorios).

El punto clave: ya no compiten solo los hoteles; compite el destino + el producto + la operación. Y cuando esos tres se alinean, el real estate lo siente: se mueve inversión, se mueven alianzas y se revaloriza el suelo bien ubicado.

El bienestar no es un accesorio; es una estrategia

Para 2026, la hotelería en Colombia que quiera jugar arriba va a tener que responder a una demanda nueva: huéspedes que no solo quieren “pasarla rico”, sino salir mejor (descanso, hábitos, energía, calma). Eso obliga a repensar el negocio desde el plano hasta el P&L.

Medellín y Antioquia ya están montados en esa ola. La pregunta para el sector inmobiliario no es si esto crece (ya está creciendo), sino quién lo ejecuta con rigor y quién se queda vendiendo frases bonitas.