diciembre 16, 2025

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Electrificación de la minería en Colombia: del discurso a las soluciones en terreno

En Colombia se habla cada vez más de transición energética, pero en la minería el reto ya no es de discurso, sino de ejecución. El país se comprometió a meta de cero emisiones netas para 2050, mientras las empresas mineras lidian con una ecuación compleja: electrificar sus operaciones, mantener la competitividad y operar en regiones donde el sistema eléctrico aún es frágil.

La pregunta de fondo es sencilla y dura:

¿Cómo electrificar la minería en Colombia sin poner en riesgo la continuidad operativa ni la sostenibilidad financiera de los proyectos?

En esa tensión se está moviendo hoy el sector.


Un sector minero obligado a cambiar de marcha

La minería colombiana está en un punto de inflexión. La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el control de costos operativos y la mejora en la seguridad de los trabajadores dejaron de ser temas “deseables” para convertirse en condiciones mínimas para seguir jugando en el mercado global.

Al mismo tiempo, se discute la sostenibilidad del sistema eléctrico nacional: tarifas, confiabilidad del suministro, inversión en redes y la entrada de más fuentes renovables. El resultado es un escenario donde la electrificación de la minería deja de ser un lujo tecnológico y se convierte en una palanca estratégica para:

  • Reducir exposición a la volatilidad de los combustibles fósiles.
  • Mejorar la eficiencia del sistema eléctrico en zonas con alta demanda minera.
  • Acelerar la transición energética con proyectos concretos, no solo con anuncios.

Hoja de Ruta, Ley 2177 y presión regulatoria

Desde el lado normativo, el mensaje es claro. Colombia ya cuenta con una Hoja de Ruta para la minería ética y sostenible, presentada por el Ministerio de Minas y Energía, que busca alinear el sector con la transición energética, la protección ambiental, el respeto por las comunidades y una minería mejor planificada.

A esto se suma la Ley 2177 de 2021, que impulsa la formalización, el acceso al sistema financiero y mejores prácticas empresariales en minería.

En resumen:

  • La regulación empuja hacia una minería más limpia y transparente.
  • Los mercados financieros premian a las compañías que demuestran planes serios de descarbonización.
  • Las comunidades exigen operaciones con menos impacto ambiental y más encadenamientos locales.

La electrificación, bien diseñada, se ubica justo en el centro de estas tres fuerzas.

Los retos reales: flotas pesadas, zonas remotas y confiabilidad

Sobre el papel, electrificar suena sencillo. En terreno, la historia es distinta. Las empresas mineras en Colombia hoy se preguntan:

  • ¿Es económicamente viable electrificar la flota de transporte pesado?
  • ¿Cómo garantizar un suministro eléctrico confiable en zonas apartadas, con redes débiles o inexistentes?
  • ¿Qué pasa con los picos de demanda cuando se conectan cargadores rápidos, sistemas de bombeo o ventilación subterránea?

No se trata solo de “cambiar diésel por electrones”. Se trata de rediseñar la arquitectura energética de la mina: generación, almacenamiento, calidad de la energía, gestión de activos y operación digitalizada.

Electrificación minera: menos riesgo en combustibles, más control en la operación

En este contexto, la electrificación minera aparece como una jugada inteligente por varias razones:

  1. Reduce la exposición al costo del combustible fósil.
    Menos consumo de diésel significa menos dependencia de precios internacionales y menos logística de transporte de combustible a zonas remotas.
  2. Permite integrar energías renovables.
    La combinación de generación renovable, almacenamiento y sistemas de gestión de energía crea un ecosistema más estable y predecible.
  3. Ayuda a contener la presión sobre el sistema eléctrico nacional.
    Una mina que gestiona bien su demanda, que almacena energía y mejora el factor de potencia, contribuye a moderar la presión sobre redes, subestaciones y, en el mediano plazo, sobre el costo del servicio.

Como resume Javier Ruiz, Head of Marketing & Sales de Hitachi Energy para Colombia y Ecuador:

“La electrificación minera no es solo una evolución tecnológica: es una oportunidad para que Colombia reduzca su exposición a los costos volátiles de los combustibles fósiles, mejore la eficiencia del sistema eléctrico y acelere su transición energética. Estamos inspirando la siguiente era de la energía sostenible, con soluciones que entienden el territorio y responden a sus desafíos”.

Hitachi Energy: soluciones que aterrizan la electrificación en la mina

En este escenario, Hitachi Energy se presenta como un jugador que no solo habla de transición, sino que llega con soluciones armadas y adaptables al contexto colombiano. Su foco: ayudar a que la minería reduzca costos, mejore la calidad de la energía y avance en la descarbonización.

A continuación, un resumen de las principales soluciones que hoy ponen sobre la mesa para proyectos mineros e industriales:

1. Almacenamiento energético (BESS): estabilidad en zonas remotas

Con la entrada de energías renovables no convencionales (solar, eólica, híbridas), el almacenamiento de energía tipo BESS se vuelve pieza clave.

En minería, estos sistemas permiten:

  • Estabilizar el suministro eléctrico en zonas donde la red es débil o inexistente.
  • Reducir el uso de plantas diésel y, por tanto, bajar emisiones y costos de combustible.
  • Mejorar la confiabilidad del sistema, evitando paradas por fallas o variaciones de tensión.

Para un operador minero, esto se traduce en menos horas perdidas, mejor planificación de turnos y mayor control sobre el costo del kWh utilizado en la operación.

2. Digitalización de subestaciones de alta tensión: de la reacción al monitoreo en tiempo real

La digitalización de subestaciones permite pasar de una gestión reactiva a un control en tiempo real.

En la práctica, esto significa:

  • Monitoreo remoto y continuo de activos críticos.
  • Reducción de pérdidas técnicas y detección temprana de anomalías.
  • Integración con sistemas tarifarios y de gestión de demanda, alineándose con las discusiones sobre reforma tarifaria y eficiencia del sistema.

Para el sector minero, donde una falla en la subestación puede detener toda la operación, esta visibilidad es un seguro de continuidad de negocio.

3. Transformadores de alta capacidad fabricados en Colombia

La planta de Hitachi Energy en Dosquebradas ha cuadruplicado su producción de transformadores de alta capacidad, fortaleciendo la cadena de suministro nacional.

Esto tiene tres impactos directos para la minería y la infraestructura energética:

  • Menores tiempos de entrega para proyectos nuevos y ampliaciones.
  • Mayor capacidad de respuesta ante reemplazos o modernizaciones.
  • Encadenamientos productivos locales que aportan al desarrollo regional.

Contar con transformadores fabricados en el país no es solo un asunto logístico; es también una señal de que la transición energética puede apalancarse en industria nacional.

4. Lumada: gestión de activos basada en datos e inteligencia artificial

Lumada es la plataforma digital de Hitachi Energy basada en analítica avanzada e inteligencia artificial. En el contexto minero, su rol es claro:

  • Optimizar el mantenimiento de equipos críticos (transformadores, celdas, sistemas de compensación, etc.).
  • Anticipar fallas antes de que se conviertan en paradas no programadas.
  • Mejorar el rendimiento global de los activos eléctricos y de potencia.

El resultado: menos improvisación, más decisiones basadas en datos y una curva de aprendizaje más rápida para los equipos técnicos.

5. Soluciones contenerizadas (Grid-eXpand): subestaciones listas para conectar

Las soluciones contenerizadas Grid-eXpand integran en un solo contenedor alta tensión (GIS), media tensión, control y protección.

Sus ventajas para proyectos mineros son evidentes:

  • Obras civiles limitadas o incluso nulas en sitio.
  • Menores tiempos de montaje, pruebas y puesta en servicio.
  • Mayor flexibilidad para ampliar, reubicar o replicar soluciones en diferentes frentes de explotación.

En minas donde el frente operativo se mueve y las decisiones deben tomarse rápido, este tipo de soluciones permiten acompañar al negocio sin frenar la producción.

6. Calidad de la energía: STATCOM, FACTS y soluciones con condensadores y filtros

La calidad de la energía no es un detalle técnico; es una variable que impacta directamente en la vida útil de los equipos y en la estabilidad de todo el sistema.

Hitachi Energy ofrece:

  • Soluciones tradicionales con bancos de condensadores y filtros.
  • Tecnologías basadas en electrónica de potencia como STATCOM, que regula el voltaje de la red.
  • Sistemas FACTS (sistemas flexibles de transmisión), que mejoran la estabilidad, la capacidad y la calidad de las redes eléctricas.

Para una operación minera intensiva en potencia, esto significa menos disparos intempestivos, menos daños en equipos sensibles y una operación más predecible.

Electrificación minera: una apuesta de país, no solo de empresa

Acelerar la electrificación de procesos industriales —especialmente en minería— es una de las palancas más claras para:

  • Reducir la dependencia de combustibles fósiles.
  • Hacer más eficiente el uso de la infraestructura eléctrica existente.
  • Moderar, en el mediano plazo, la presión sobre los costos del servicio eléctrico.

Pero esto solo será posible si las compañías mineras combinan tres elementos:

  1. Un plan serio de descarbonización, con metas y cronograma.
  2. Tecnologías probadas y adaptadas al contexto colombiano, como las que hoy impulsa Hitachi Energy.
  3. Gestión avanzada de la energía y de la mano de obra, donde la digitalización y la formación del talento juegan un papel central.

Como concluye Javier Ruiz:

“No se trata solo de cambiar equipos: se trata de rediseñar la forma en que producimos y usamos la energía en el sector minero con soluciones que aporten eficiencia, sostenibilidad y competitividad. En Hitachi Energy estamos listos para acompañar ese camino”.

Para Construclub.co y su audiencia de tomadores de decisión, el mensaje es directo:
la electrificación de la minería en Colombia ya no es una posibilidad futura, es un proyecto que se está jugando hoy, con impacto directo en costos, riesgo y reputación de las compañías que se atrevan a dar el siguiente paso.

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