Según un reciente estudio realizado por las firmas Control Risks y Jaime Arteaga & Asociados, la percepción del futuro inmediato del sector de infraestructura en Colombia parece ser de cautela. El estudio revela que un significativo 64% de los expertos en infraestructura anticipa un estancamiento o decrecimiento en el sector para el próximo año. A pesar de estas proyecciones poco alentadoras, la mayoría aún ve a Colombia como un destino atractivo para las inversiones en infraestructura.
Dónde trabajan los expertos
La mayoría, con un 32%, están empleados en empresas de ingeniería, servicios legales o consultoría, reflejando la importancia de la planificación técnica y la gestión legal en grandes proyectos. El 25% de los expertos trabajan para proveedores del sector de infraestructura, lo que destaca el papel fundamental de las empresas que suministran materiales y tecnología necesarios para la construcción y mantenimiento de infraestructuras. Un 14% se encuentra en concesionarios de vías, ferroviarios, puertos o aeropuertos, indicando la especialización en la gestión y operación de infraestructuras de transporte críticas. Las constructoras, que juegan un papel directo en la creación de infraestructura, emplean al 13% de los expertos. El sector bancario, que financia estos grandes proyectos, cuenta con el 10% de los expertos encuestados, mientras que el 6% restante trabaja en otros sectores relacionados, demostrando la diversidad y multidisciplinariedad de los profesionales involucrados en este campo.
La prioridad de inversión debe ser en infraestructura vial
El 37% de los encuestados identificó la infraestructura vial como la principal área de inversión, destacando la necesidad de mejorar las carreteras y puentes para facilitar el transporte y la conectividad en el país. El transporte férreo, con un 14%, y las vías terciarias, con un 13%, también fueron señalados como cruciales, subrayando la importancia de desarrollar alternativas de transporte más eficientes y menos congestionadas. Además, el 11% de los participantes consideró que el transporte masivo en las principales ciudades debe ser una prioridad para aliviar los problemas de movilidad urbana y reducir la contaminación. Los servicios públicos y la infraestructura aeroportuaria y portuaria también fueron reconocidos como sectores importantes, recibiendo el 8% y 7% respectivamente, mientras que un 5% sugirió que la infraestructura crítica para la adaptación al cambio climático necesita atención urgente para proteger a las comunidades vulnerables. Estos resultados destacan un enfoque claro hacia la modernización y expansión de la infraestructura como pilar fundamental para el desarrollo sostenible y la competitividad económica de Colombia.
Un gran llamado de atención a las políticas públicas
El análisis, parte de la plataforma Pulso de la Infraestructura, se basó en una encuesta aplicada a 246 directivos de empresas relacionadas con el sector de la infraestructura en Colombia. Los resultados sugieren una preocupación generalizada por la falta de avances en políticas públicas durante el último año, y una significativa porción de empresas (64%) reportó suspensiones importantes en sus operaciones debido a bloqueos de carreteras y protestas sociales.
Oliver Wack, gerente general para la región Andina de Control Risks, comentó sobre los resultados: «A pesar de las malas proyecciones para el sector, Colombia sigue siendo atractiva para la inversión, gracias a una cultura de gestión de riesgos bien establecida que permite a las empresas proyectar estrategias para enfrentar desafíos tanto coyunturales como estructurales.»
El estudio también apunta a la necesidad urgente de políticas públicas orientadas a proteger y revitalizar el sector, especialmente porque este ha disminuido su contribución al PIB del 6,3% en 2019 al 4,3% en 2023, impactando directamente la generación de empleo y la economía general.
Posible reducción de operaciones por parte del empresariado
Los expertos han señalado una serie de preocupaciones que podrían llevar a algunos empresarios a considerar la reducción de sus operaciones en Colombia en los próximos cinco años. La principal preocupación, con un 22%, es la falta de estabilidad jurídica y regulatoria, que crea un ambiente de incertidumbre legal perjudicial para la planificación y ejecución de proyectos a largo plazo. Cercanamente relacionado y con un 17%, se encuentra la percepción de falta de apoyo por parte del gobierno, lo que dificulta la operatividad y crecimiento empresarial. Las políticas del gobierno nacional también fueron citadas por el 15% de los encuestados como un factor desalentador. Otros aspectos significativos incluyen la falta de inversión pública en infraestructura y las dificultades para obtener permisos y licencias ambientales, ambos con un 12%. Estas condiciones resaltan la necesidad crítica de un marco regulatorio claro y un compromiso gubernamental más fuerte para fomentar un entorno empresarial más estable y propicio en el país.
Esta encuesta fue realizada por Ensamble XL, por encargo de Control Risks y Jaime Arteaga & Asociados, con una financiación privada y empleó un diseño de muestreo no probabilístico. La técnica de recolección incluyó encuestas telefónicas y online, con un total de 17 preguntas formuladas a los expertos entre el 5 de marzo y el 16 de abril de 2024.
Este análisis proporciona una visión clara de los retos y oportunidades que enfrenta el sector de infraestructura en Colombia, ofreciendo a los empresarios y profesionales del sector datos valiosos para la toma de decisiones estratégicas.
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